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lunes, julio 30, 2007

Chile para los mexicanos.

La semana pasada me tocó aguacero en por lo menos 3 ocasiones. El viernes amanecí con cuerpo cortado, cansancio y la garganta irritada, así que por la tarde, luego de comer, abandoné la oficina con la intención de llegar a casa y tumbarme en la cama. Y así fue, pero por alguna razón -misterios del cuerpo- me levanté de la cama como a las ocho y media d ela noche, totalmente despejado y sólo con algo de tos, así que dos horas más tarde estaba metido en el Dada X, sudando cual bestia y bailando. Ahora sé que no siempre debe hacer uno caso de los impulsos del cuerpo, porque el sábado la gripe me pasó de nuevo la factura, y esta vez reloaded. Todo el día estuve en cama, con el consabido cuerpo cortado, la garganta cerrada y además con las piernas adoloridas.

Volví a comenzar la lectura de Los detectives salvajes, la primera vez que lo leí fue en 2003, y debo decir que en esta ocasión lo disfruté más. Todavía recuerdo el entusiasmo que se generó por el libro tras ganar Roberto Bolaño el premio Herralde. No faltaron aquellos que la llamaron la gran novela mexicana, tampoco aquellos que afirmaron que aunque Bolaño nació en Chile, era más mexicano que muchos que nunca han salido del país, otros más moderados dijeron que en realidad alguien como Bolaño era ciudadano del mundo. A mí todo eso me recuerda una anécdota que contara algún maestro de secundaria sobre cierta ocasión en que Gabriela Mistral, de visita en México, dio un discurso público que terminó con la siguiente frase (y el azoro de casi todos los presentes): ¡México para los chilenos, y Chile para los mexicanos!

Son pocas las cosas que conservo de tí, en su mayoría ropa que "olvidabas" cuando te quedabas a dormir conmigo en el departamento de Mar Blanco, otras prendas tú me las regalaste, y unas cuantas yo te las "robé". A veces las saco de su guarida y las observo, como buen fetichista las husmeo y me engaño pensando que aún tienen tu olor. Conservo fotos, muy pocas, pero las llevo conmigo a todas partes; cuando nadie me mira las saco y las observo, cuento los lunares, repaso las pendientes de tu cuello, y me sobresalto si en la calle percibo tu perfúme. Luego, por la noche, durante el sueño, vuelvo a caer: ahí estás tú, con ojos de avellana, mujer venado, araña mía, con el color de los días soleados bajo la piel. Y en mis sueños vistes ropa que nunca te vi, usas pulseras y collares que quizá no has tenido, paseas del brazo de otros, y por la mañana te disuelves en mis párpados, en el sabor amargo de mi garganta, en mis manos que se entumen y preparan la cafetera, en los caminos que recorren mis pies hasta llegar por la noche a casa y comenzar con esto otra vez.

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lunes, julio 23, 2007

Portero de noche

viernes, julio 13, 2007

Resúmen 365

In the pale light of the moon
I play the game of You
Neil gaiman
El problema de no tener televisión es que no hay manera de estar al día en cuanto a sitcoms, digo: escucho y leo sobre ellos, conozco al menos las premisas, pero cero capitulos. La ventaja es que al comprarlas en DVD puedes ver la temporada completa en una semana. Así que las últimas 3 semanas la adicción a nip/tuck ha sido cubierta. Supongo que es la serie que más me ha gustado hasta la fecha, a pesar del débil y mamón desenlace de la saga del Carver, y de que la promiscuidad de los personajes se me hacía un tanto exagerada (todos vs todos!). Sin embargo esto último me ha puesto a pensar en la gente que conozco, en mí mismo... y entonces comprendo que la exageración sólo estaba en mi cabeza, la realidad es más canija. Sin embargo esa misma complejidad en la relación de los personajes, el triangulo Sean/Julia/Christian, la crudeza tematica, y varios capítulos que no me dejan(por ejemplo el del suicidio de Megan), me tienen cautivo. Ayer terminé la tercer temporada. Este domingo me compro la cuatro.

Las sativas van de fábula. 3 hembras mexicanas y un marimacho brasileño al que voy a deshechar (lástima porque está bastante frondoso). Ya están ahí las flores. En 2 meses más probaremos su potencia. Los psiloscibes ahí van. De 3 frascos 2 ya están colonizados con micelio al 60%, el otro se quedó estancado y en algunas partes se están formando unas cuantas manchas amarillas que me huelen a contaminación. Ni hablar. La cosecha será menos numerosa, pero será.

Pam se puso "juguetona" y no me dejó terminar el podcast 01. Digo, es imposible pretender leer un guión cuando te hacen cosquillas y repiten en voz alta lo que lees. Pero a quién se le ocurre ponerse a grabar un podcast cuando tienes visitas tan agradables. Este fin Pam regresa a Xalapa y ya habrá tiempo de sentarme frente a la compu. Ya la extraño. (A Pam, no a la compu)


Otro "accidente" relacionado con el podcast: el puto iTunes de mi oficina formateó mi iPod. Y más de la mitad de la música no estaba respaldada!!! Andale cabrón, eso te pasa por abusar del emule y promover la piratería. Pero no sólo fue la música, adiós a las portadas, las letras, los videos... Ya recuperé un 30%, pero la recuperación total será lenta, como un duelo amoroso.

jueves, julio 12, 2007

Invisible


Sin duda alguna el libro que más me ha inquietado en los últimos meses ha sido El glamour, de Christopher Priest, a quien conocía por la recopilación de cuentos Un verano infinito (ambos en Minotauro). El glamour cuenta la historia de un triangulo amoroso compuesto por personas invisibles. Pero no invisibles en el sentido H.G. Wells o en el sentido Grant Morrison. Los personajes de El glamour son invisibles porque tienen la capacidad innata de pasar desapercibidos para el resto de la gente de una manera que llega a alcanzar lo sobrenatural; son auténticos marginados, inexistentes para la sociedad. A veces incluso para ellos mismos. Se trata de la invisibilidad de lo que no se quiere ver, de lo que no se acepta y nos asusta.

La historia está narrada desde distintos puntos de vista, y casi todos contradictorios. Pero lo que al principio puede parecer sin sentido o falto de rigor va cobrando forma durante el desarrollo. Otra prueba más de invisibilidad: los personajes, aunque viven los mismos eventos, niegan lo que los otros dicen, cambián o aumentan detalles, incluyen nuevos eventos. Ven y no ven.

No es ciencia ficción, ni fantasía -al menos en el sentido Harry Potter o LOTR-, en todo caso es un libro sobre cierto aspecto de la estructura de la Realidad. Poco abunda sobre las razones del ser invisible, sin embargo cuenta una historia dolorosa, llena de fantasmas y recuerdos deformados, de lazos que no se rompen y posibilidades que se van a la mierda.

Ahora sé que tengo que leer The prestige, esa otra novela de Priest y señalada como hermana mayor de The glamour, y en la que se basa la estupenda película homónima de Christopher Nolan. Un clásico contemporáneo.

miércoles, julio 11, 2007

Estos eran 4 gatos

cada gato en su rincón
cada gato ve tres gatos
adivina cuántos son

El tema de las mafias literarias siempre me ha parecido un poco nebuloso. No dudo de su existencia, en todas las actividades humanas, y de acuerdo a sus intereses, se generan grupos. También es común que uno o varios de los miembros de dicho grupo "progresen", les vaya bien, o agarren hueso. Y también me parece normal que estos miembros exitosos recurran a sus amigos/allegados/conocidos ya sea para cubrir algún puesto, otorgarle un beneficio, realizar un trabajo... o publicar. Es normal compartir lo conseguido con la gente a quien se le tiene aprecio. Además, si tú sabes que tu amigo X haría un buen trabajo ¿por qué no ofrecerselo? Pero aquí viene el problema, porque quizá haya 15 personas más que harían el trabajo mejor, pero resulta que a ellos no los conoces y pues -dice el dicho- más vale malo por conocido... Que además algunos de estos grupos funcionen como mafia tampoco lo dudo. Lo que ya comienzo a poner en duda es que estos grupos se asuman como tales (mafias), o que al menos estén definidos. De repente se menciona, como si vinieran en paquete, a los escritores del Norte, a los de Tijuana, a los realistas sucios, a los de Conaculta, a los de Televisa, a los ciencia ficcioneros, etc, etc... y eso en narrativa, que en poesía el crisol es aún más diverso. Lo curioso es que yo, que en el mundo literario normalmente voy de turista, he podido platicar con "miembros" de estas distintas "mafias", y si hay algo en lo que coinciden es en que no se ven a sí mismos como mafia, pero el resto de los grupos lo son. Otra cosa en la que coinciden es en que los concursos están amañados. Ese premio lo trae tal mafia, lo ganan puros del grupo... dicen. Es entonces que recuerdo ese trabalenguas de los libros de primaria, el que sirve de epígrafe a este post, y que me parece la mejor definición de las mafias literarias.

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lunes, julio 09, 2007

Afuera de las primarias

Según los comerciales que el gobierno ha radiado en tv las últimas semanas, los narcomenudistas atrapan a sus víctimas fuera de las escuelas primarias.
Les ponen droga en los dúlces y en las calcomanias.
Y se las regalan.

Así que ya está por ahí la propuesta de aplicar el antidpoping en las escuelas primarias y secundarias del país.

Y yo, que no tengo tv en casa, ahora compruebo que he vivido con la marca equivocada.
Es decir: nunca debí ir a Tepito a buscar mota, no se diga para conseguir ácidos (esas calcomanías que chupadas provocan alucinaciones); era tan sencillo como pararme afuera de una primaria y fijarme en el dulcero que tuviera más marchantes. Ahí conseguiría coca, piedra, tachas, mota y lsd !grátis! Adiós a la búsqueda de dealers. Olvidate de raves, zona rosa, iztapalapa y tepito. Y recuerda: nadie para conseguir droga grátis como un niño de primaria.
Otra cosa que aprendi fue que los narcomenudistas son pendejos: para qué venderle a todos esos weyes que se arriesgan deambulando en las madrugadas en busca de media grapa adulterada, dispuestos a quedarse sin quincena a cambio de una gripe colombiana, si el verdadero nicho está en los niños, cuya independencia económica les permitirá pagar sus vicios y acrecentar los ingresos del dealer.

Qué ternura la niña en el comercial cuándo dice que ojala agarren a los que nos venden drogas afuera de la escuela.

Ahora entiendo por qué tantos de mis conocidos dicen que les gustaría volver a ser niños.

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viernes, julio 06, 2007

In a manner of speaking


...I just want to say
that I could never forget the way
you told me everything
by saying nothing
In a manner of speaking I don’t understand
how love in silence becomes reprimand
but the way I feel about you is beyond words
Oh give me the words
that tell me nothing
Oh give me the words
that tell me everything

In a manner of speaking Semantics won't do
in this life that we live we only make do
and the way that we feel might have to be sacrificed

So in a manner of speaking
I just want to say
that like you I should find a way
to tell you everything
by saying nothing
Oh give me the words
that tell me nothing
Oh give me the words
give me the words
give me the words

miércoles, julio 04, 2007

Instead of absent friends

We'll raise our glass to absent friends
To those we wronged we'll make amends
Procol Harum

La vida te da sorpresas (sorpresas te da la vida). Lo sé. Lo dijo un viejo filósofo que más tarde sería castrado por su club de fans más radical. Para mí estos últimos días han estado llenos de sorpresas. Es increíble como un año atroz me muestra de pronto su sonrisa. No una burlona, ni salvaje. Una sonrisa de reconocimiento, dulce, casi de viejos amigos. Sí, porque estas sorpresas parecieran venir de algún lugar que yo imaginaba extinto y al que, siguiendo aquella recomendación* de Miguel Ríos, pensaba no volver.

Y sin embargo volví. Sólo que yo ya no soy el mismo, ni el lugar es el mismo; los viejos amigos también cambiaron. Hay hijos, noticias, ausencias, y sobre todo recuerdos. Recuerdos que tampoco son ya los mismos, la memoria y el tiempo, ese monstruo cabrón, los han corrompido. Quizá nunca dejé mi ciudad y mi familia para ir a perseguir pájaros fantasma; quizá nunca sentí ese dolor en el pecho, quizá no me perdí una y otra vez en selvas y desiertos, quizá no hubo amores desdichados, ni quedan heridas abiertas, ni nos destruimos tan concienzudamente. Tal vez nada de eso sea cierto. Quizá todo lo he imaginado, o mejor aún: lo vi en una película de la cual he bloqueado en mi cabeza toda otra información.

Maybe Philip K. Dick was right.

Hoy en la mañana, por ejemplo (todavía disfrutando las sorpresas de los últimos dos días), tuve otra sorpresa más: en el metro, a dos pasos de mí estaba una mujer a quien conocí hace casi 10 años. Su cara era la misma, aunque el cuerpo correspondía a la madre de varios niños. La miré por un segundo y voltee la cabeza. Un mensaje llegó a mi cerebro, uno con picture attached, que decía: sí, es ella. Giré otra vez la cabeza, y supongo que a ella le pasó lo mismo porque nuestras miradas se encontraron por unos segundos. Recordé las mentiras, las llamadas anónimas amenazándome y molestándo a mi familia, el falso embarazo, los chantajes. Fue sólo un momento, tan breve que no dio espacio ni siquiera a un gesto de reconocimiento, un: sí, soy yo. Entonces me bajé del vagón. Y me sentí feliz de que el tiempo pase, de que las cosas cambién, de que los que fuimos alguna vez seamos otros el día de hoy. Sigo feliz. Procuraré seguir así.

pd.- Héroes y canallas, el podcast 01, estará listo este viernes.

soundtrack del día de hoy: We used to be friends - The Dandy Warhols

*Al lugar donde has sido feliz es mejor que no trates nunca de regresar (Miguel Ríos - El blues de la soledad)

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