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martes, junio 12, 2007

Del insomnio y su reverso


Tenía que suceder, después de más de dos semanas maldurmiendo, ayer por fin pude conciliar el sueño antes de la media noche.
Habían sido días de letargo, me acostaba a las dos de la mañana sólo para desmenuzar durante media hora o algo así -como buen obsesivo- las cosas que tenía días intentando entender, sólo para levantarme al día siguiente a las 6:30 de la mañana, desvelado y sin nada resuelto.
Lógico, las ojeras se me triplicaron -ya de por sí parezco mapache-, traía la boca seca, las manos sudorosas, me la pasaba bostece y bostece, y mi cara de zombie, aunada a mi mal/mal/mal humor, me traía jodido 100%. Para la 1 o 2 de la tarde, como puedes imaginar, ya me estaba geteando. Para las 4, y hasta las 6, el esfuerzo que hacía por no perder la compostura y derrumbar mi cabeza contra el monitor eran dignas de un record guiness.
Camino a casa mi pensamiento más persistente era: llegando te das un toque y te me vas a dormir la mona. Popular remedio para el insomnio y para escapar de los problemas que no queremos o no podemos enfrentar. Fracaso total. A la primer calada a la pipa la bruma del sueño se desvanecía y ahí, otra vez, como tortura de gota de agua, estaba ese asunto que me ha traido por el suelo.
Sin embargo ayer todo fue diferente... aunque en el fondo igual. Quiero decir que pensaba ver algún capítulo de Argento Soma, tal vez la versión download emule que anda circulando de los Cuentos de Terramar (la nueva de Estudio Ghilbi), o ya de plano terminar de leer esos cuentos de John Cheever, y después volver a mi cómoda tragedia, justificación precisa para la inmobilidad. Sin embargo, tras una hash pipe y un video porno de Claudia Rossi-ver foto-, que por cierto no acabé de ver, empecé a cabecear cual ruco en microbús. Lo lamenté por el video de CR (guapísima en negligé rojo), pero me sentí feliz al comprobar la hora: 9 y tantos de la noche. A dormir, pensé contento y sorprendido de que el cansancio acumulado no me hubiese tumbado días atrás.
Y sí, dormí, dormí... Hasta que el insomnio regresó a las 2 de la mañana. Pero no regresó solo. Venía con un sueño de esos que de tan reales puedes jurar haber percibido olores, tocado texturas y que incluso te dejan fragmentos de conversaciones entabladas durante el sueño. Desperté agitado. Encendí un Faro y empecé a recorrer mi sueño y mis tormentos tal como hace la lengua con un diente cariado. No sé en qué momento volví a quedarme dormido, pero sé que desperté de nuevo a las 5 de la mañana, y que ya no pude volver a dormir.
Si pudieras verme en este momento notarías las mismas ojeras -ahora hasta con bolsas las muy cabronas!- y el bostezo que cada 20 o 30 minutos emito como señal de mi existencia en este mundo. De nuevo me siento cansado, desanimado, aturdido, engañado... pero al mismo tiempo me siento bien. Algo se reveló durante mi sueño/insomnio y hoy me siento nuevamente afortunado.

1 Comments:

Blogger Ada Pantoja said...

qué de huevos !

9:10 p.m.  

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