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jueves, marzo 16, 2006

Antonio Salas

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Compré Diario de un skin luego de haber leído decenas de reseñas que ensalzaban el valor y audacia de Antonio Salas (periodista infiltrado en grupos españoles nazis y skins). Me entretuve con algunas páginas e, indisciplinado como soy, dejé el libro por allí. Ya tendré humor para continuarlo, me dije. Meses después me encontré con El año que trafiqué con mujeres en la mesa de novedades de la Gandhi. Y tentado por el morbo de echar un vistazo al submundo de la prostitución y el tráfico humano lo compré. En esta ocasión sí terminé de leer el libro (lector = vouyerista). Y aunque encontré bastante interesantes algunos fragmentos, algo hay en los libros de Antonio Salas que me desagrada profundamente. No sé si sea la prosa tan reiterativa y por momentos torpe; o las moralinas con que el autor nos receta cada 3 páginas; o el amarillismo disfrazado como periodismo de alto riesgo; o el tufillo a propaganda... Sí, no sé con exactitud qué, pero algo apesta en el personaje, los libros, y de seguro en la persona tras el personaje, de Antonio Salas.

1 Comments:

Blogger logovo said...

Me pasa lo mismo con ese tipo de reportes/libros y creo es porque solo nos dice lo que en cierta forma esperamos. Visitamos y aprendemos minucias pero nada se nos pega de verdad, es solo uno de los juegos en Disneylandia, aqui para divertir. Aparte que tiene un tomo moralista y condecendiente que me molesta aparte de separarme de lo que se esta investigando. Un tono de documental de Discover o PBS, donde es "Veamos a Xs animales en su ambiente natural." ¿Y que no todo mundo odia a un turista?

3:09 p.m.  

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