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jueves, enero 18, 2007

Esta revolución no tiene rostro


En cambio para Wu Ming, el colectivo italiano, responsable inicial del fenómeno Luther Blisset, el camino es la colectividad.

En 1994 cientos de artistas europeos, activistas y bromistas adoptaron y compartieron la misma identidad. Se autodenominaban "Luther Blissett" y
surgieron para levantar polvareda en la industria cultural con un plan quinquenal. Juntos trabajaron para contar al mundo una gran historia, crear una leyenda y dar vida a un nuevo tipo de héroe popular. En enero de 2000 algunos de sus miembros se reagruparon como "Wu Ming", un colectivo de novelistas. El nuevo proyecto, a pesar de estar más enfocado hacia la literatura y la narrativa en el sentido estricto, no es menos radical que el anterior.


El proyecto radical que se menciona en el párrafo anterior no sólo recuperaba el anonimato en cuanto autores, como Luther Blisset, arropándose los miembros del grupo bajo el nombre de Wu Ming, que significa "anónimo" en chino, sino que comenzaron la publización de cuentos y novelas (la más famosa, Q, puede encontrarse a precios de risa en centros comerciales del D.F.). El objetivo en esta ocasión no fue sólo dar un golpe a la los medios de comunicación y en particular a la industria editorial y su manejo del copyright; sino crear novelas "habitables", invitar a los lectores a participar de estos mundos posibles y enriquecerlos con juegos de rol, cuentos y narraciones pertenecientes al mismo universo, puestas en escena. Poner a un mismo nivel la venguardia y la cultura popular. En una entrevista, Wu Ming 1 decía que el grupo se inspiraba en parte en el fenómeno del fandom y sus variantes (slashers, gamers, cosplay, bloggers), porque eran formas activas de participación. Queremos que la gente encuentre que los mundos posibles son más ricos que las historias narradas en nuestros cuentos y novelas. Mitopoiesis. A diferencia de la Hive mind de la Wikipedia, que me hace pensar en una Inteligencia Artificial omnipotente y estúpida, la colectividad de Wu Ming me recuerda por momentos a los terroristas de El libro de Manuel, de Julio Cortázar. Experimento literario, pastiche (como le llamaron ciertos críticos a las novelas del colectivo) revolución sin rostro, todos podemos ser Wu Ming.

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1 Comments:

Blogger Santiago said...

Igual la cosa es qué parte de lo colectivo tomar, o algo así. El viaje de Wu Ming es ficción colectiva. El de Wikipedia también, pero pretende que es verdad. Y que es verdaderamente colectiva, cuando en realidad, por lo menos en el ensayo aquel, está controlada por el que más tiempo esté dispuesto a perder para tener la última palabra.

6:01 p.m.  

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