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lunes, agosto 14, 2006

Domingo 13

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Dime si no te parece raro: para ser domingo, a las 8 de la mañana ya estaba despierto, bebiendo café y trabajando. Un par de horas más tarde salía de la casa para verme con Rubén y su novia. En el departamento de al lado veo unas cortinas que no estaban el sábado, lo que implica que hay nuevos vecinos. Espero llegar tarde a la cita, la verdad es que preferiría no ir, pero no se me ocurrió ningún pretexto. Cuando llego no hay nadie, me felicito por lo certera de mi puntualidad y empiezo a hacer planes para el resto de la mañana ¿la lagunilla? En ese momento llegan Rubén y su novia. Los campamentos del plantón me recuerdan una feria de pueblo, es curioso pensar que aunque trabajo cerca del centro histórico es hoy la primera vez que vengo. El ambiente es festivo, los comercios lucen abiertos y, contra lo que se dice en la televisión, lucen más concurridos que de costumbre. Caso extremo: un hombre vestido de traje, y con moño tricolor en la solapa -lo que indica que es simpatizante del peje, debora una big mac al terminar la asamblea. No soy militante, ni me convencen todos los pejeargumentos, de lo que sí estoy convencido es de que la elección no fue limpia, y de que, por fortuna, Andrés Manuel no es Cuauhtemoc. Lo cierto es que mirar a tanta gente, que me consta no son acarreados (aquí esá presente la mayoría de la izquierda bonita capitalina), cantando el himno nacional, o corear uno de sus anatémas preferidos: "se ve se siente, el pueblo está presente", o el de rigor: "voto por voto, casilla por casilla", me eriza la piel. Dicen los enterados que se siente algo similar si te toca estar en medio de la rebel durante un partido de Pumas contra el América. No he vivido tanto. Comida china al terminar la asamblea, después un par de cervezas y a casa a leer a Ibarguengoitia. Las muertas. Un grande, don Jorge. En el depa de al lado, el de los nuevos vecinos, hay fiesta, se escuchan grito de chamacos, música, y voces de adultos ebrios. Joder, y yo pensando que por primera vez en mucho tiempo vivo en un lugar tranquilo.