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miércoles, marzo 21, 2007

Im in it for the sex


La sola idea de una mujer a la que le fascina el sexo y, por lo tanto, tiene más de una pareja, no sólo asusta a la mayoría de la sociedad, sino que la desconcierta. ¿Por qué una mujer "normal", querría tener un comportamiento similar? De acuerdo a nuestros paradigmas (ay que palabrita tan mamona), si una mujer muestra un interés "desmedido" por el sexo, de seguro es una puta, una guarra, o, en el mejor de los casos: víctima de una familia disfuncional y una sociedad encarnizada. En el porno -un ecosistema famoso por estar formado por perturbados disfuncionales-, la idea es también común: los chicos van por sexo, las chicas van por dinero. Es decir que la idea de una pornstar que realmente disfrute su trabajo, como suelen anunciar con grandes sonrisas en las entrevistas y en sus páginas de myspace, es inaceptable, es una mentira. Lo normal, de acuerdo al estandar social, es que la fulanita se sienta interiormente peor que una mierda. ¿No me digan que no reconforta saber que Linda Deepthroat Lovelace murió atormentada por los demonios que liberó en su juventud? ¿Se sentiría usted a gusto si el personaje que interpretó Jennifer Connelly en Requiem for a dream, luego de la sesión porno live en casa del padrote, en vez de soltarse a llorar se sentara a mirar su sitcom favorito con cara de satisfacción? Aquí viene alguien a recordarme que las bases de la civilización occidental contemporánea están sentadas sobre la represión -oh my Freud!-, y que las mujeres que asumen su gusto por el sexo, y tienen multiples parejas, son peligrosas porque ponen en peligro la noción de familia como nucleo social. Aún más, dice el espontáneo metido a sicólogo: toda noción sexual que ponga en entredicho la idea de sexo = reproducción, es, de menos, perversa. Todo mundo dice entender que un hombre sueñe con ser actor porno (Miguel Bosé fantaseando con Nacho Vidal; Rocco Siffredi convertido en héroe nacional italiano; multitudes afirmando que Ron Jeremy es no sólo the luckiest man alive, sino más envidiado que Bill Gates). En cambio, admirar a una pornstar más allá del "pinche vieja está buenísima"...

Así que si estás convencido de que sex sells, piénsalo dos veces: hipocresy sells much more.

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1 Comments:

Blogger Huemanzín said...

lamentablemente asi mesmo es, si disfruta el sexo es puta, si disfruta sexo es un campeon, y si no es tu amigo o te cae mal, es cun culero.

1:50 p.m.  

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