Estos eran 4 gatos
cada gato en su rincón
cada gato ve tres gatos
adivina cuántos son
cada gato ve tres gatos
adivina cuántos son
El tema de las mafias literarias siempre me ha parecido un poco nebuloso. No dudo de su existencia, en todas las actividades humanas, y de acuerdo a sus intereses, se generan grupos. También es común que uno o varios de los miembros de dicho grupo "progresen", les vaya bien, o agarren hueso. Y también me parece normal que estos miembros exitosos recurran a sus amigos/allegados/conocidos ya sea para cubrir algún puesto, otorgarle un beneficio, realizar un trabajo... o publicar. Es normal compartir lo conseguido con la gente a quien se le tiene aprecio. Además, si tú sabes que tu amigo X haría un buen trabajo ¿por qué no ofrecerselo? Pero aquí viene el problema, porque quizá haya 15 personas más que harían el trabajo mejor, pero resulta que a ellos no los conoces y pues -dice el dicho- más vale malo por conocido... Que además algunos de estos grupos funcionen como mafia tampoco lo dudo. Lo que ya comienzo a poner en duda es que estos grupos se asuman como tales (mafias), o que al menos estén definidos. De repente se menciona, como si vinieran en paquete, a los escritores del Norte, a los de Tijuana, a los realistas sucios, a los de Conaculta, a los de Televisa, a los ciencia ficcioneros, etc, etc... y eso en narrativa, que en poesía el crisol es aún más diverso. Lo curioso es que yo, que en el mundo literario normalmente voy de turista, he podido platicar con "miembros" de estas distintas "mafias", y si hay algo en lo que coinciden es en que no se ven a sí mismos como mafia, pero el resto de los grupos sí lo son. Otra cosa en la que coinciden es en que los concursos están amañados. Ese premio lo trae tal mafia, lo ganan puros del grupo... dicen. Es entonces que recuerdo ese trabalenguas de los libros de primaria, el que sirve de epígrafe a este post, y que me parece la mejor definición de las mafias literarias.
Etiquetas: literatura
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