Curándose en salud
Hoy por la noche, luego de más de 10 años de espera. The Cure. Al fin.
El cultivo de hongos va muy bien, luego de la contaminación pude rescatarlo y aunque va lento ya empiezan a formarse los primordios. Espero que para mi cumpleaños ya esté listo este asunto.
A proposito de hongos psiloscibes: FSRE, el site europeo que te enviaba un print de esporas de la variedad que quisieras a cambio de un euro, está por desaparecer. No a causa de problemas con la ley, ni por falta de asiduos, sino por falta de stock. Es decir: se acaban las esporas. La forma en que ha funcionado FSRE desde su inicio es la siguiente: revisas el catálogo, haces tu elección, envias 1 euro y tu solicitud, y un mes más tarde tienes tus esporas. El detalle es que en tu solicitud te comprometes a enviarles al menos un print en cuanto tu cultivo haya fructificado. Así que la conclusión lógica es que quienes han solicitado esporas no se han molestado por responder con la misma moneda y el intercambio se ha truncado. ¿Llega a su fin la comunidad? Recuerdo que por años tuve la inquietud de sembrar hongos y que no lo pude hacer por falta de esporas. Si ahora tengo stock de 5 variedades de psiloscibes distintas es, entre otras cosas, gracias a FSRE.
Me encontré con un puesto de libros de saldo por el Metro Hidalgo. Más de 15 títulos de Editorial Minotauro en 40 y 20 pesos... Nuevos!!! De momento leo Milenio negro, de JG Ballard y el vol 2 de los cuentos completos de Philip K Dick, pero ayer me encontré en la feria del libro con El mago, de César Aira, a quién tengo muchísimas ganas de leer, así que la lista de lecturas se incrementará.
Por cierto de ferias de libro y hallazgos: de hace varios años para acá las ferias del libro (al menos la de minería y la del zócalo) tienen en común no ofrecer mejores precios que en Gandhi, ni llevar títulos descontinuados -sólo novedades y clásicos-, de manera que son más bien exposiciones en las que puedes pasearte con la novia o los amigos. Extraño los botaderos donde podías encontrar casi todos los títulos de las colecciones de Bruguera y muchas más descontinuadas por entonces, como Super Ficción, de Martínez Roca, y muchas más, a precios de estudiante mexicano. Gracias a ferias como esas me hice de bastantes títulos que hoy son casi inconseguibles. Pero no todo es pérdida. Ayer, en la feria del libro del zócalo, pude comprar La noche es luz de un sol negro, primer libro de cuentos del buen Edgar Omar Avilés (quien siempre me cambia el nombre), ya comencé a leerlo (ya conocía varios de los textos) y puedo decir que pinta mucho muy bien. Enhorabuena, Omar, estaremos pendientes de la presentación y lo que venga.
Sí... de lo que venga.
pd.- Ahora lo sé, ambos tomamos la mejor decisión. No regrets.
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