Clive Barker on the stairs
Después de 4 semanas, descubro que el acceso a Blogger no estaba bloqueado en esta oficina. Je, ya me había hecho a la idea de no volver a bloguear en el trabajo. ¿Durará el gusto? Lo cierto es que aquí, a diferencia de mi trabajo anterior, se echa de menos el tiempo libre. Faltan horas, días de 27 horas por lo menos.
Ya no traigo las muletas, sin embargo el esguince no ha curado del todo. Ahora es posible verme por las calles avanzar con un ligero rengueo.
Y sí, la culpa fue de The Meteors, que nunca tocaron. Ches ojetes.
Dentro de las películas que me he encontrado últimamente destaca Valerie on the stairs, que más que ser una película es un capítulo de la última temporada de Masters of horror. Dirigida por Mike Garris y basada en una historia corta del maesse Clive Barker. En lo personal, como fan empedernido de Barker, me resultó interesante, no sólo por el autor, o por la historia (de la que hablaré después con más calma), sino por un aspecto particular de la misma: Trata sobre escritores. Todo transcurre en una antigua casona en la que una vieja y arruinada mecenas ofrece alojamiento y comida a escritores. Siempre y cuando el escritor en cuestión no haya sido publicado (el fulanito debe firmar un contrato en el que se compromete a abandonar la casa en cuanto publique algún texto). Ah, también es necesario que haya alguna vacante dentro de la casa, ya que como pueden imaginar los huespedes parasitan la mayor parte del tiempo. Algunas de las situaciones son muy inquietantes, sin embargo hay espacio para el humor. Imposible evitar la carcajada cuando el nuevo habitante -el protagonista- le confiesa a alguno de sus vecinos que "aquí hay gente muy rara", y el vecino (genial Christopher Lloyd)le contesta: ¿Qué esperabas? ¡somos escritores!
Por cierto: aprovecho para enviar un saludo al lobito desdentado que me apodó John Holmes... caray, eso de alimentar las fantasias de otros no deja de frikearme.
Ya no traigo las muletas, sin embargo el esguince no ha curado del todo. Ahora es posible verme por las calles avanzar con un ligero rengueo.
Y sí, la culpa fue de The Meteors, que nunca tocaron. Ches ojetes.
Dentro de las películas que me he encontrado últimamente destaca Valerie on the stairs, que más que ser una película es un capítulo de la última temporada de Masters of horror. Dirigida por Mike Garris y basada en una historia corta del maesse Clive Barker. En lo personal, como fan empedernido de Barker, me resultó interesante, no sólo por el autor, o por la historia (de la que hablaré después con más calma), sino por un aspecto particular de la misma: Trata sobre escritores. Todo transcurre en una antigua casona en la que una vieja y arruinada mecenas ofrece alojamiento y comida a escritores. Siempre y cuando el escritor en cuestión no haya sido publicado (el fulanito debe firmar un contrato en el que se compromete a abandonar la casa en cuanto publique algún texto). Ah, también es necesario que haya alguna vacante dentro de la casa, ya que como pueden imaginar los huespedes parasitan la mayor parte del tiempo. Algunas de las situaciones son muy inquietantes, sin embargo hay espacio para el humor. Imposible evitar la carcajada cuando el nuevo habitante -el protagonista- le confiesa a alguno de sus vecinos que "aquí hay gente muy rara", y el vecino (genial Christopher Lloyd)le contesta: ¿Qué esperabas? ¡somos escritores!
Por cierto: aprovecho para enviar un saludo al lobito desdentado que me apodó John Holmes... caray, eso de alimentar las fantasias de otros no deja de frikearme.
2 Comments:
ay Rod !
os extrañaba!
Holaaaaaa!!! Siento lo de tu esguince
Pensé que ya no escribirías más en este blog Saludos!!!
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