de plano
Ok, demasiada autopromoción. Basta por hoy. Regresemos a lo de siempre.
La realidad imitando al porno
Alejandro Jodorowski. Por ser, desde mi punto de vista, el latinoamericano vivo más creativo, influyente y respetado.
Gustavo Cerati. Lider de la banda de rock argentina más importante, pero sobretodo compositor de algunas de las rolas más significativas del soundtrack de mi vida.
Francisco Tario. Lejos del marketing literario, de los premios y la academia de su época, lejos de poses y modas, de suplementos y revistas. Un ejemplo a seguir.
Julio Cortazar. ¿Necesito explicar por qué?
Guillermo del Toro. El cineasta mexicano más original y prometedor de la última decada. Ojalá no se nos eche a perder.
Olvido García (Alaska). Icono principal de la movida madrileña, chica Almodovar por antonomasía, diva electropop. ¡Una verdadera reina!
Paco Ignacio Taibo II. Pero no por sus novelas, aunque Belascoran ha sido compañero de algunos desvelos y borracheras solitarias, ni por su militancia izquierdosa perredista, sino por La semana negra de Gijón, por ser un aferrado lector/escritor/editor/promotor del género negro y la novela policiaca. Oh sí, a eso me refiero.
Alejandro Amenabar. Te equivocas, el director de Abre los ojos, Tésis, The Others, y Mar abierto no es español sino chileno. Y confieso que cuando vi Tésis por primera vez se me cayó la cara de envidia. ¡El muy cabrón tenía 23 años!
Mario Levrero Uruguayo. Fallecido recientemente. Otro escritor marginal, alejado de marketings, mafias y poses de intelectual por cual.
Fito Paez El niño terrible del rock argentino, más divo que Cecilia, Charly, y Joaquín juntos. -se dice que diario aplaude una hora ante el espejo- Pero, dime, ¿no le perdonas sus pecados a quien escribió: Quién dijo que todo está perdido? yo vengo a ofrecer mi corazón?