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miércoles, agosto 31, 2005

Katrina hits USA

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Katrina & The Waves

Pensé que ya estaban retirados, pero al parecer Katrina y sus olas han vuelto, y más fuerte que nunca. No les bastó con ser el jingle de la campaña publicitaria de movistar (Walking in sunshine), ahora, este grupo ochentero, arrasa con los USA.

martes, agosto 30, 2005

Compló!

Ah, se me olvidaba, pero qué les pareció ese 5 - 0 del Cruz Azul a los gatitos?

No he leido las noticias, pero seguro que Hugo Sánchez le echó la culpa al arbitro, al innombrable, a Lavolpe, y a De la Torre...

Compló, compló!!!
¿Qué había en la black jukebox?

The Afgan whigs - My curse
NIN - Hurt
Violent femmes - Add it up
Peter Gabriel - Digging in the dirt

miércoles, agosto 24, 2005

Black jukebox

Como buen miembro del club de la nube negra estos últimos días he andado de un humor que no te fijes. Se vislumbran relampagos alrededor de mi cabeza, ahogados en el fondo de mis ojos, y restos de naufragios flotando sobre mi rostro cuando estoy dormido. Por eso, y con la intención de exorcisar un poco a esos demonios marinos, lanzo no una botella, sino una black jukebox llena de mp3.

Black jukebox.zip

Que esta black jukebox me reconcilie con el mundo, y contigo, estimado lector.

Pretexto

El amor es un pretexto, te digo, quizá el más grande de todos. Si hechas a perder tu vida, si pierdes el rumbo, si hieres a alguien, si sólo quieres sexo y no te atreves a admitirlo tal cual es; si traicionas, si te dejas caer, si tienes miedo de estar solo, si te das por vencido. Siempre podrás decir que lo hiciste por amor. Será razón suficiente. La justificación precisa. El amor mueve montañas. Cuanta nobleza.

This time the anger is better than the kiss.

viernes, agosto 19, 2005

Te equivocas. La vida no te sonríe, se está burlando de ti.

martes, agosto 16, 2005

The Atrocities

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Vaya foto tan extraña. Jamás me hubiera imaginado que el gordito medio pelón de la foto es el poseedor de la voz más llena de matices que he escuchado en mucho tiempo. Apadrinado por Lou Reed (que hasta le permitió interpretar Perfect day en su último album en vivo y que se declara fan suyo) y Boy George (que grabó con él Im your sister), Antony lleva 2 albumes apenas, pero su voz de crooner atormentado -Morrissey mixed con el primer Bryan Ferry- le ha proyectado en Europa como la última revelación neoyorquina. Y sus letras, caramba... chequen, como breve e ilustrativo ejemplo, el inicio de The Atrocities

God visits all lost souls
To survey the damage
We noticed a bonfire
Burning in his eyes

He whispered:
"It's the atrocities of your story
Of your story"
Quiubole. Descargala aquí y ahora.
Antony & The Johnsons - The atrocities.mp3*

*Disponible temporalmente.

viernes, agosto 12, 2005

Cosas importantes de verdad

Sencillito como siempre

Como una "aguda visión de la vinculación directa entre las autoridades policiacas y militares con los narcos", así como de lo que les pasa a los personajes "con sus claroscuros emocionales", que están relacionados con ese tipo de delincuencia organizada, es como define Bernardo Fernández Bef (DF, 1972), su primera novela negra titulada Tiempo de alacranes.

Nadie mejor que él para calificar de aguda su propia novela...

martes, agosto 09, 2005

The apartment song (I)

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Debí haberme dado cuenta la primera vez que visité el departamento. Pero eran las 8 de la noche, a esas horas no te parecen extrañas las luces encendidas. La señora que me recibió -hermana de la dueña del departamento- parecía un clon de la Tía May. Alta, delgada, como de 65 años, de rostro afable, con el cabello gris recogido en chongo, y un humeante Delicado entre sus dedos. Yo no parecía Peter Parker, yo buscaba un departamento al que mudarme lo antes posible, y el precio me pareció razonable, el espacio suficiente -aunque pequeño-, y, sobre todo, pensé en mi intimidad. Soy muy celoso de ella. No me agradan las miradas de los vecinos cuando llevo amigas, o al día siguiente de una borrachera; mucho menos me agrada la posibilidad de que perciban el olor de la marihuana. Me gustan los departamentos donde a los vecinos te los encuentras sólo por casualidad, sobre todo si son tan evasivos como yo. Aquí, me comentó Tía May, los vecinos ya son todos gente mayor que lleva viviendo en el condominio más de 20 años. Muy tranquilo todo. Es como si no hubiese nadie. No hay niños, ni adolescentes, si acaso una joven pareja que acababa de rentar el departamento de al lado, dijo.

Empecé a sospechar que algo no estaba bien en el condominio a la tercera semana. Noté que todos los vecinos dejaban encendidas las luces por la noche, hasta entrada la madrugada. Se escuchaban gritos, discusiones, forcejeos, ruido de televisor y electrodomésticos, abrires y cerrares de puertas, pasos. También noté que por las mañanas nadie daba señales de vida. Como trabajo de día no supe entonces que el edificio se quedaba asi, en silencio, hasta entrada la noche. Comencé a desesperarme. Y no tanto por el ruido, que además era suficiente para fastidiar a cualquiera, sino porque sentía que me robaban la escencia de mis insomnios. ¿Qué gusto hay en llevar una vida nocturna cuando todos la viven así? ¿Dónde está el placer de esa supuesta transgresión cuando sientes que no hay diferencia entre los habitos de tu vecino de 60 años y los tuyos? Entonces me valió madre. Cuando cogía lo hacía con las ventanas abiertas, sin importarme que en el patio pudieran escucharse los gemidos a plena tarde; subí el volúmen a la música; empecé a quemar sin tomar precauciones. Qué me importa, pensé, a ellos no les importa que yo tenga que levantarme a las 6 de la mañana para ir a trabajar.

Entonces los fui conociendo. Todos parecían tener más de 70 años. Se movían lenta y trabajosamente; eran gruesos y altos; tenían mirar fijo y turbio. Apenas me hablaban. Que se jodan, pensé. Aunque debo admitirlo: comencé a preocuparme, bien podían organizarse para correrme del condominio, podían firmar una carta dirigida a quien mandes y digas, contándole de mis excesos y lo molesto que era yo como vecino. Imagine policias forzando la puerta del apartamento, incluso supuse que un día encontraría mis pertenencias tiradas en la calle, y la cerradura cambiada para evitar mi entrada. Nomás atrévanse putos, pensé. Imaginaba también que en cualquier momento uno de esos vetustos tocaría a mi puerta para reclamar por los gemidos/ruidos/olores/etc, que salían del apartamento. Que venga, me decía, aquí lo espero al cabrón, quiero ver que me diga algo.
(to be continued)

lunes, agosto 08, 2005

miscelanea

Sifuentes regresa a la blogosfera con picnic sobre el hielo. Wellcome back, men.

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Amityville horror está muy regular, con todo y Michael Bay. En cambio Dark water... caramba, me gustó mucho más que la original nipona, la verdad es que no me lo esperaba, soy sincero si digo que la fui a ver por Jennifer Connelly, a quien por cierto le sentarían muy bien unos cuantos kilitos de más. En estos días espero ver la nueva del estudio Ghilbi.

El fin de semana estuvo extraño, pero me gustó, y mucho. El saldo fue que me la pasé dormido el poco tiempo libre que tuve... y esa es la parte que no me gusta. Todavía tengo sueño. Lei poco -Killing time, de Westlake- y escribí menos. La vida social aveces interfiere en los proyectos, y al menos para mi no es fácil encontrar el punto intermedio. ¿Será cosa de seguir practicando? Naaah.

Y ahora la canción del día:

The Bravery - Honest mistake.mp3*

* Disponible temporalmente

miércoles, agosto 03, 2005

Hell hath no fury

Hacía ya tanto que no me leía un libro en una sola sentada, aunque debería decir acostada, ya que lo leí en cama. Lo comencé por ahí de las 9 y terminé con el a eso de las 5:30. A partir de las 3 comencé a decirme: un capitulo más y le sigo mañana. Cuando vi que faltaban menos de 50 páginas dije: a la mierda, yo lo termino aunque mañana ande como zombie por la oficina. El libro se llama Por qué yo, de Donald E. Westlake, de la colección Etiqueta negra. Ya tengo en la mira otros dos titulos de este señor, Killing time y Cops and robbers. Dicen las malas lenguas que Killing time es el bueno. Ya veremos.

Aproposito de los libros de Etiqueta negra, en una visita al dentista encontré un depósito de revistas viejas. Nomás por guarecerme de la lluvia entré al local, me puse a buscar algún número de Heavy metal, no hubo, pero encontré algo mejor: la colección casi completa de Círculo del crímen, publicada en España durante los ochenta, en formato pulp, en excelente estado y mejor precio: 8 pesos cada una!!! Compré: El tercer hombre (Greene); La década prodigiosa (Queen); Desde Rusia con amor (Fleming); Tiempo de matar (Westlake); Un loco asesinato (Himes); La banda del turbante (Himes); y otras ocho más que no me vienen a la memoria pero entre las que destaca una de Frederic Brown, el autor de Universo de locos y La noche através del espejo.

Lo cierto es que luego del libro de Westlake he entrado en una especie de sopor que aun no se disipa del todo. Me caga esta montaña rusa emocional. Y me caga todavía más ser presa de lo inmediato, preocuparme porque las ventas han bajado tanto que la empresa no puede pagarnos las comisiones de los proyectos que ya terminamos; preocuparme por tener que entregar un proyecto que me hace trabajar incluso fines de semana y salir a las 10 de la noche de la oficina; preocuparme por esa inestabilidad económica y laboral que ronda en forma intermitente mi vida; por la salud de quienes quiero *que por cierto no mejoran*; preocuparme por esta vocación de ostra, este aislamiento voluntario que no sé cómo manejar y que por lo general se vuelve contra mi. Pero aquí no hay autocompasión, hay furia, hay ira, hay esas ganas de vengarme de todo en una forma elegante y luego hacer erupción sobre mis ruinas.

Eso es lo que hay.

martes, agosto 02, 2005

Dark shines

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Muse - Dark shines.mp3

Disponible temporalmente